3 CLAVES PARA LA SUCESIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR

16 Enero 2023

La sucesión en la empresa fundada por mi padre y mi tío se consolidó tras vivir diferentes episodios.
Para que pueda transmitirte la evolución que finalmente permitió dicha sucesión, déjame que te comparta algunas experiencias que ayuden a su entendimiento y, además, te puedan servir en el caso de que estés viviendo algo parecido o puedas prever que sucederán más adelante.

En mi caso, inicié mi recorrido en la empresa familiar con posterioridad a trabajar por un tiempo en otras empresas, justo después de terminar mis estudios. 
La experiencia de trabajar por cuenta ajena ha sido clave para entender de primera mano ambos modelos de estilo de trabajo, el de cuenta ajena y el de empresa familiar.
Ante todo, me ha servido para aprender a gestionar mis emociones, mejorar la comunicación e, incluso, valorar lo más importante en mi vida.

Nuestro inicio para hablar de la sucesión de la empresa fue a través del protocolo familiar. Dicho documento sirve para regular los pactos de familia y para lograr garantizar la continuidad de la empresa. Sin embargo, a nosotros no nos ayudó empezar por aquí. Una consultora lo redactó, pero nunca se llegó a firmar.

Este tema abrió la caja de pandora, se crearon grandes dificultades de comunicación que ocasionaron distanciamiento familiar. Tanto fue así que, por un tiempo, este tema acabó siendo tabú por miedo a que terminara con las relaciones familiares y con la empresa.


Como te contaba al inicio, la empresa fue fundada por mi padre y mi tío. Se dedicaban a mecanizar piezas de distintos sectores de la actividad del metal.
Cuando ambos tenían la edad de jubilarse, decidieron hacer un salto cuántico comprando una nave gigante y varias máquinas de mecanizado.

¿Te lo imaginas?

Qué valientes! Con todo lo que eso suponía.
Teniendo en cuenta las inversiones realizadas tuvieron que contratar a muchas personas más.
El estilo de liderazgo que predominaba era el de orden y mando, es decir, el autoritario.
Para mí era muy difícil convivir con esto, ya que mi manera de pensar y de hacer las cosas era contraria a la de ellos. Esto provocaba choques cada día y que nuestras relaciones se deterioraran. Debido a estas discusiones, sufrimos muchísimo. 
Cada uno de nosotros intentaba imponer su manera de hacer y,

¿Sabes quién ganaba?

Pues ellos, porque eran los dueños y señores de la empresa. He aquí uno de los factores más desgastantes que recuerdo de aquellas vivencias eran las imposiciones. Parecía una puja: a ver quién apuesta más dinero, a ver quién grita más fuerte o dice la mayor burrada.

¿Te suena?

Como ves, la comunicación brillaba por su ausencia. 
 ¿Te puedes imaginar qué frustración sentía?
Para mí era imposible cumplir así, mi padre decidía en el taller y yo llevaba la gestión comercial, por lo que tenía que ingeniármelas para cumplir con mi palabra.

Después seguimos funcionando como siempre, haciendo oídos sordos a esta situación, hasta que llegó la crisis de 2008. De golpe y porrazo en un solo día, más del 40% de la facturación se fue al garete. Mi padre y mi tío intentaron de todo para poder seguir adelante. 
Yo no podía ver cómo caíamos después de tanta dedicación, tanto sacrificio y esfuerzo. No veía salida. La situación se convirtió en un gran agujero negro mientras avanzaban los días y las semanas.
Toda esta situación de caída libre nos llevó a tener unas conversaciones muy profundas y darnos cuenta de que no podíamos seguir así. Necesitábamos un cambio radical.
A partir de este momento:

  • Decidimos cambiar la gerencia y tomé yo las riendas de la empresa
  • Alineamos una visión compartida, aunando las fuerzas de todas las personas
  • Todos los trabajadores trabajamos unidos para poder salir adelante de la crisis financiera de 2008

Comenzamos una transformación desde dentro hacia afuera, haciendo lo necesario para conseguirlo.

  • El compromiso que adquirimos fue brutal y en poco tiempo pudimos ver los frutos. Conseguimos nuevos clientes y también proyectos internacionales. Tanto la dirección como toda la plantilla estábamos alineados con en el mismo objetivo y así salimos del agujero negro y vimos la luz
  • La sucesión no se logró de un día para otro, fue un proceso de muchos días, con mucho trabajo, empujando todos en una misma dirección con un objetivo compartido

EL QUID DE LA SUCESIÓN FAMILIAR

La alineación representó el quid de la cuestión para que el proyecto saliera adelante y, además, satisfactoriamente.
La sucesión pasa por tomar decisiones en el presente, mirando hacia un futuro compartido por el bien común, con el fin de garantizar la sostenibilidad de la empresa y que esta evolucione a otro ciclo de vida.
No es fácil, ya lo sabemos, pero se puede lograr. 
Para conseguirlo te recomiendo trabajar la gestión emocional y la comunicación interna; son fundamentales.
Asimismo, las 3 claves para la sucesión que trabajamos en profundidad fueron: 

  1. Nuestra visión compartida
  2. Nuestras reglas de convivencia
  3. La identificación y la asimilación de los roles

Por otro lado, reconocimos los perfiles más adecuados para que el desempeño de las tareas fuera el más eficiente.
Por último, trabajamos el concepto de retirada y el concepto de inclusión porque estos temas son cruciales para esta etapa de la empresa.
Si quieres saber más o te gustaría que te informara mejor sobre este proceso tan necesario en las empresas con fundadores y sucesores, no dudes en contactarme en  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. ¡Estaré encantada de poder ayudarte!

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