El bloqueo personal consiste en sentir un freno involuntario que te impide llevar adelante tus decisiones.
En otras palabras, el bloqueo te invalida para actuar, llevándote a una situación en bucle repleta de pensamientos de estancamiento, miedo e inseguridad. Tanto el malestar como la angustia que provocan pueden perjudicar tu desarrollo personal y profesional.
Del bloqueo a la liberación
¿Es posible salir de ese túnel oscuro? Claro que sí, si sabes encontrar el camino adecuado. Te contaré una historia real para que comprendas mejor el proceso.
Durante un proceso de coaching que llevé a cabo tiempo atrás, el veterano gerente de una empresa me contaba que estaba pasando por una situación de bloqueo que no sabía cómo gestionar.
Debía enviar un email a uno de sus mejores clientes para comunicarle que estaban perdiendo mucho dinero y que no podían mantener por más tiempo los precios.
Me dijo que no quería enviar ese email porque no encontraba el momento ni la forma correcta de hacerlo. Además, en una ocasión su cliente le amenazó con “no verle más el pelo” si subía los precios.
El gerente temía que le quitaran el trabajo. Incluso se sentía culpable de perder al cliente y todo lo que eso les podía acarrear.
Estaba sufriendo tanto por este tema que se despertaba por la noche y pasaba horas dándole vueltas, pensando en estrategias para encontrar la mejor manera de solucionar su problema.
Por otro lado, sentía mucha presión y agobio, ya que habían pasado varias semanas y sentía que no estaba cumpliendo con su deber. Estaba hecho un lío.
Al día siguiente nos reunimos por la tarde y trabajamos la situación a detalle, dibujando los distintos escenarios posibles, consecuencias y oportunidades. Al hacerlo se dio cuenta de lo que le estaba ocurriendo.
Después de descubrir la causa del bloqueo, lo vio claro. Así, pudo identificar diferentes alternativas para hacer frente a esa situación y dejar de perder dinero.
Ahora se siente seguro para llevar adelante su plan de aumento de precios.
Al acabar la sesión, mi cliente me dijo: “Siento mi corazón liberado y ahora ya sé cómo hacerlo”.
Detectar un bloqueo a tiempo es bueno para tomar acción lo antes posible y evitar mucho sufrimiento.
¿Sabes cómo descubrir un bloqueo?
Puede ser útil observar si sientes algunos de los siguientes síntomas.
• Tensión
• Agobio
• Sensación de parálisis
• Incapacidad de tomar decisiones
• Falta de claridad
• Aislamiento
• Insomnio
Otro modo de descubrir un bloqueo es cuando PROCRASTINAS.
¿Qué es procrastinar?
Procrastinar es la acción de aplazar una obligación o un trabajo, sustituyéndolo por otra cosa menos relevante o más agradable, por miedo a enfrentarse a la ella o por pereza. https://es.wikipedia.org/wiki/Procrastinaci%C3%B3n
Es decir, cuando una situación te resulta difícil de gestionar y sientes que eres incapaz de enfrentarte a ella por miedo, la reacción más común es la de PROCRASTINAR.
Aplazas aquello que te cuesta hacer e inmediatamente te sientes aliviado, pero, a la larga, esta tendencia de postergar las cosas te generará un problema mayor, acompañado de un sentimiento de culpa, arrepentimiento y temor. En otras palabras, una bola de nieve que será cada vez más difícil de resolver y de superar.
A raíz de la tendencia a procrastinar te comparto los 3 miedos más habituales que trabajamos en las sesiones de coaching.
• MIEDO AL RECHAZO
• MIEDO AL CAMBIO
• MIEDO AL ÉXITO
El miedo al rechazo es como sentirse incapaz, creer que no te van a aceptar y, además, suele venir acompañado con temor a fallar en presencia de otras personas.
El origen puede estar asociado a las primeras críticas de tus padres, de otros miembros de la familia, de la educación o de amigos.
¿Has escuchado algo así?
¡Qué niño más malo! ¡Niña desobediente! ¡Inútil! ¡Qué torpe! ¡Consentido! ¡Eres una creída!
Ni los padres, ni los familiares, ni los educadores lo dicen con mala intención, sin embargo, desde niños estos mensajes se toman de manera personal y acarrean muchos problemas en la edad adulta. Se asocian con el miedo al rechazo y por ello evitan situaciones que les haga sentirse de este modo.
Por desgracia, este tipo de actuaciones aún siguen existiendo. Para resolver las consecuencias que provocan estos comentarios, las personas adultas van a psicólogos, terapias y a sesiones de coaching.
Lo que quieren nuestros clientes es vivir de manera auténtica, sentirse respetados, en paz y armonía, sin descalificaciones que les impidan conseguir sus objetivos.
Miedo al cambio: cuando te toca hacer algo por primera vez, romper la tradición, navegar en aguas desconocidas llenas de incertidumbre o cuando sientes que tu seguridad puede dañarse. Entonces, se activa el bloqueo y aparece la negación al cambio.
Miedo al éxito: Se tiene una sensación de culpabilidad. Lo quieres hacer todo perfecto y, aunque consideras que eres capaz de lograr tu objetivo, piensas que no lo podrás mantener en el tiempo. Por eso, prefieres no intentarlo.
Te niegas a intentar hacer lo que deseas.
En estas situaciones de bloqueo por miedos ocultos, el sabotaje coge el protagonismo de tu vida y se refuerza el fracaso con historias pasadas. Incluso tú mismo programas tu futuro imaginando lo peor que te podría pasar.
¿Quieres la buena noticia?
Mediante disciplinas como el Coaching, la PNL y la Inteligencia Emocional se consiguen superar los bloqueos. No solo ayudan a mejorar tus capacidades y habilidades, sino que, además, son clave para que puedas trazar un plan de acción con confianza, con el fin de lograr lo que quieras.
Cada paso te acercará a conseguir aquello que anhelas y sentirás una satisfacción increíble que te empodera y te ayuda a crecer en todos los niveles.
En Zurekin Coach desarrollamos metodologías basadas en la búsqueda de resultados gratificantes poniendo toda la carne en asador para que así sea.
