EMPRESA Y FAMILIA FAMILIA Y EMPRESA

17 Julio 2023

En todas las empresas, sean familiares o no, existen conflictos que pueden alterar el ambiente de trabajo y afectar a la empresa y a los directivos, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Sin embargo, cuando trabajas en una empresa familiar, como será el caso, sabrás que hay múltiples situaciones que te pueden desestabilizar, ya que, en este tipo de empresas, se presenta una doble complejidad; por un lado, la empresa, por el otro, la familia.

Así mismo, y como sabemos que si estás aquí es porque habrás reconocido ciertos problemas dentro de tu empresa familiar, en este post vamos a comentar algunos de los que más se repiten para que puedas reconocer la situación, abordar el problema con calma y enfocarte en la mejor solución posible.

¿Estás preparad@ para este viaje por el interior de la empresa familiar? ¡Vamos a ello!

Índice del contenido del post:

1. La doble complejidad en la empresa familiar; empresa y familia

2. Los conflictos intergeneracionales

3. Disputas personales y antiguas entre familiares

4. Crisis matrimoniales

5. La falta de liderazgo empresarial

6. Falta de control y orden en la empresa familiar

7. Crecimiento empresarial descontrolado

8. Tú puedes mejorar tu empresa y tu vida

Los conflictos intergeneracionales

En este primer caso, el conflicto que se presenta es que el fundador de la empresa se mueve por unos intereses muy distintos a los de sus descendientes. Por ese motivo, las opiniones y los criterios suelen ser tan dispares que el equipo directivo no consigue aunar fuerzas para dirigir todos sus esfuerzos hacia una misma dirección, y eso ocasiona muchísimas dificultades en la comunicación.

Normalmente, el equipo directivo no consigue llegar a acuerdos, por lo que se ve sumergido en disputas continuas que alteran el ambiente laboral y familiar a todos los niveles.

Esta situación es realmente desgastante y dolorosa, ya que todos quieren hacer lo mejor posible para la empresa, pero su comunicación es tan individualista que genera luchas de poder, imposiciones e, incluso, maltratos verbales de unos a otros por el exceso de confianza al tratarse de una empresa familiar.

Complicado, ¿verdad?, veamos ahora el segundo caso común.

Disputas personales y antiguas entre familiares

Así mismo, otro caso muy frecuente que ocasiona problemas dentro de la dirección de la empresa, son las disputas personales y antiguas entre familiares. Estas pueden ser problemas entre hermanos, entre primos o entre padres e hijos.

Este tipo de problemas vienen arrastrados desde la infancia y la educación, desde eventos negativos pasados que están sin resolver y desde preferencias de los padres donde sus descendientes se sienten ninguneados.

Por más que intentan hacer su trabajo lo mejor que saben y pueden, sienten que nunca reciben un reconocimiento, que nunca nada es suficiente y que tienen que hacer más y mejor. Eso conlleva que, todo este tipo de situaciones sin revolver, sumadas al dolor y al rencor que pueden sentir las personas, terminen deteriorando las relaciones e instalando el desánimo colectivo, así como que el comportamiento de las personas sea inadecuado y acabe generando más tensión y malestar entre los miembros de la familia y su entorno.

Crisis matrimoniales

Por otro lado, ¿qué crees que pasa cuando se mezclan las crisis y los conflictos matrimoniales en la empresa? ¡Bingo! Que se da una real bomba de relojería, capaz de afectar a la empresa a niveles muy preocupantes, así como a todos los miembros del equipo e, incluso, a los empleados que nada tienen que ver con la dirección de la empresa.

Y es que, como verás, cuando se presentan este tipo de situaciones, las personas pueden verlo todo negro, caótico y desordenado, y eso les afecta a ellas, afecta a la empresa y a afecta a todo su entorno.

Suena caótico, ¿verdad?, pues todavía hay algo más, y es que otro de los problemas de las empresas es la falta de liderazgo.

La falta de liderazgo empresarial

¿Conoces algún empresario que no sepa dirigir la empresa? Estamos seguros de que sí, y es que hay casos en los que se mezcla la propiedad, ya sea de los padres, hijos u otros familiares, con tener capacidad de dirigir una empresa, y no es siempre así.

En estos casos, la falta de liderazgo hace que la empresa no tenga rumbo fijo al que dirigirse, y que el equipo directivo viva continuamente apagando fuegos, o resolviendo problemas, porque no están preparados para llevar adelante la dirección de la empresa de forma adecuada.

Por lo tanto, la falta de liderazgo, provoca dificultades económicas constantes a la empresa y la lleva a la desorganización y a la falta de compromiso en los equipos, por lo que se crean ambientes de frustración y desánimo y una baja productividad.

Además, todo esto causa un clima laboral tenso y cultiva malas relaciones entre  empleados, provocando que muchos opten por abandonar la empresa e, incluso, que puedan darle mala fama debido a lo que han experimentado trabajando en ella.

Así mismo, todo este cúmulo de situaciones genera conflictos continuos e instala un miedo permanente a que la empresa pueda caer. De hecho, es muy posible que una empresa caiga debido al cúmulo de este tipo de situaciones de forma repetida durante varios años.

Estamos seguros de que no quieres eso, ¿verdad?, pues sigue leyendo, que todavía nos quedan algunos puntos por conocer.

Falta de control y orden en la empresa familiar

Otro punto muy recurrente dentro de las empresas es caer en el error de mezclar el dinero propio y el de la empresa en el mismo saco. ¿Por qué hablamos de error? Porque, en este tipo de situaciones, el fundador hace uso de los fondos sin límites ni cuentas, olvidando llevar el control de los gastos y pudiendo expandir esta forma de actuar al resto de la familia.

Así mismo, cuando entran miembros de la familia dentro de la empresa, este tipo de empresarios pone su nómina según lo que creen que ellos merecen, sin tener en cuenta que el valor que aportan no depende de lo que crean que valen, sino, empresarialmente hablando, depende de lo que son capaces de aportar de acuerdo a su profesión y puesto de trabajo.

Esto lleva a que estas personas crean merecerse todo, ya que sienten que dedican su vida al trabajo.

De todos modos, es importante saber que, a nivel empresarial, no todo vale, ya que los resultados empresariales no se miden por sensaciones o creencias sobre lo que cada uno cree que merece, sino por números.

Así mismo, esta falta de control trasciende a la organización y trae como consecuencia el inicio de la práctica de vivir a través de cuentas de crédito y préstamos, que puede llegar a hundir su negocio y sus bienes personales, debido al endeudamiento por su falta de control y orden.

¿Ves el peligro que acarrea este tipo de situaciones? ¡Pues todavía hay más!

Crecimiento empresarial descontrolado

 ¿Te has preguntado alguna vez qué ocurre cuando tomas la decisión de crecer sin control?

Pues bien, déjanos decirte que el crecimiento de una empresa se da cuando la empresa decide aumentar su crecimiento con un impacto mayor al de su competencia o al de proyectos similares, bien porque se le ha presentado una oportunidad golosa y la ve como un chollo irrenunciable, o bien porque se ha determinado a través de un cambio propuesto por los fundadores o el equipo de trabajo. Estarás de acuerdo, ¿verdad?

Aun así, en muchas ocasiones, lo que ocurre es que estas oportunidades se presentan sin avisar y en ese momento tienes que tomarlo o dejarlo, ya que no hay demasiado tiempo para pararse a pensar, por lo que es posible que la decisión acabe siendo totalmente emocional, sin haber dado espacio para analizar, por ejemplo, algunas de estas cuestiones básicas:

  1. ¿Para qué quieres crecer?

La empresa debería conocer la razón que le mueve a realizar esta acción.

¿Es una razón económica?

¿Es para mejorar el terreno a las futuras generaciones?

¿Qué razón tiene el crecimiento?

Aquí hay que tener muy en cuenta que el crecimiento económico va de la mano del crecimiento personal y profesional, y es un dato que no suele tenerse en cuenta, pero sabrás que no es lo mismo gestionar 300.000 euros que 3.000.000 euros, ¿verdad?

Y es que para gestionar el crecimiento de una empresa correctamente, es preciso desarrollar una nueva mentalidad, unas nuevas herramientas y unas nuevas habilidades que permitan enriquecer el conocimiento y avanzar de forma adecuada. De lo contrario, aunque todo parezca ir viento en popa, se estará produciendo un crecimiento descontrolado que puede acarrear más problemas que beneficios, tanto a corto, como a largo plazo.

Por eso, independientemente del proyecto del que hablemos, cada vez que generamos cambio necesitamos aprender cosas nuevas para evolucionar, como esas nuevas habilidades de las que hablamos. Si esto no se lleva a cabo, es muy probable que el proyecto no sea fructífero y aparezcan serios problemas.

Otra pregunta importante es:

  1. ¿Con quién cuentas para tu crecimiento?

El socio, fundador o el equipo que tome la iniciativa del crecimiento, debe tener en cuenta que precisa de personas que colaboren con él/ellos para llevar a cabo, de forma adecuada, el proyecto de crecimiento del que hablamos. Para ello es necesario saber delegar funciones, saber gestionar personas e información, y, por supuesto, saber adaptarse al cambio. De esta forma, sí se pueden tomar decisiones oportunas de acuerdo a las necesidades que se presenten. Si no contamos con ese acompañamiento, nos resultará mucho más complicado abordar la situación.

Así mismo, después de conocer estas dos preguntas, tan útiles en materia de análisis de la situación empresarial, creemos que es importante conocer algunas de las consecuencias que puede traer tener un crecimiento descontrolado de la empresa. Para ello, vamos a compartir contigo algunas de esas consecuencias con el objetivo de que veas si te identificas con alguna de ellas. Reconocerlo es el primer paso, el segundo será trabajar en el problema.

  • Ineficiencias productivas: se duplican funciones en personas dentro de la empresa, por lo que estamos ocupando puestos que no necesitan ocuparse, ya que están duplicados, y perdemos tiempo y espacio con personas que podrían estar desarrollando otros puntos necesarios. Esto no es productivo ni eficiente, esto resta dinero y tiempo a la empresa y no sirve para nada.

 

  • Despilfarros personales y económicos: como hay que vender más, en vez de tomarse un tiempo para organizar y planificar la estrategia adecuada, se ponen parches para salvar la situación de forma fácil y rápida, aunque no eficaz. Esto genera que haya más personas desorganizadas, menos control y más problemas dentro de la empresa.

 

  • Aumentan las no conformidades de cliente, ya que un movimiento descontrolado de la empresa es perfectamente observable desde fuera, a vista de cliente, y siempre deja rastro. Esto resta profesionalidad a la empresa y aporta desconfianza al cliente.

 

  • Las personas que trabajan en empresas con crecimiento descontrolado sufren estrés y ansiedad por la situación, por lo que muchas optan por abandonar la empresa. Esto desemboca en una rotación de personal descontrolada e innecesaria, que conlleva pérdida de dinero y pérdida de tiempo, ahora invertido en nuevas contrataciones, aprendizaje y adecuación al puesto de trabajo.

 

Tú puedes mejorar tu empresa y tu vida

Como ves, los problemas que se mueven dentro de una empresa familiar, son muchos y muy recurrentes, así como las consecuencias que puede tener todo esto para tu empresa. Además, los problemas no se quedan solo en la empresa, sino que acompañan a las personas donde quiera que vayan, ya que se toman de forma personal, por los lazos familiares que los rodean, y de ahí viene la doble complejidad de la que hablamos; empresa y familia. Digamos que los problemas empresariales se trasladan a la familia, y entonces se da un cúmulo de sufrimiento.

Y es que, a día de hoy, muchas empresas familiares permanecen sumidas en el caos interno, en la lucha personal de los miembros de su equipo directivo y en las largas colas de deudas que les ahogan, por lo que se encuentran en un punto complicado del que no saben cómo salir.

¿Pero sabes qué es lo mejor de todo? Que se puede salir. ¡Por supuesto que se puede! Solo hay que reconocer la situación, como seguro que habrás hecho, y decidirse a poner acción. La fuerza de una familia unida por un objetivo común, genera una energía insuperable, una implicación y un compromiso que ayudarán a superar todo lo que ocurra alrededor. 

¿Y qué es lo mejor de decidirte a cambiar tu vida personal y profesional? Contar con alguien que sepa cómo guiarte y cómo potenciar tus habilidades resolutivas para que puedas enfrentarte al problema con tus propias armas y sentirte convencido y preparado para hacerlo, sabiendo que estás en el camino correcto, poniendo acción en cada paso.

Y es que nosotros sabemos lo que es y lo que se siente porque hemos estado ahí, y, a día de hoy, seguimos viviendo la empresa familiar en primera persona. También lo sabemos porque ayudamos a muchas personas y empresas familiares a resolver estos problemas día a día, porque entendemos a la perfección su problemática y porque hacemos que nos sienten cerca y que confíen en nosotros. Así logramos crear vínculos auténticos desde lo que nos une.

Porque queremos ayudar a las personas para que dejen de destruirse, y por eso generamos espacios propicios para el cambio y escenarios que invitan a construir lo que verdaderamente se desea.

¿Quieres cambiar la situación de tu empresa familiar y alejar este tipo de problemas de tu equipo? Entonces déjanos invitarte a leer el siguiente post. En él te daremos algunas de las mejores claves para abordar este tipo de problemas y te guiaremos en el camino hacia el cambio. Porque sabemos que no hay nada como decidirte a cambiar y sentir ese apoyo externo en tu hombro, ¿verdad?

Nosotros hemos pasado por ello y ahora queremos ayudarte. ¿Nos permites viajar contigo?

¡Nos vemos en el siguiente post!

 

¿Quieres un cambio en tu vida?